AUTILLO EUROPEO, (Otus scops)
Septiembre es un mes de migraciones. Aves que nos han acompañado durante toda la época estival ahora nos abandonan, dejando así paso a otras aves que pasarán toda la temporada invernal con nosotros y a otras que se dejarán ver principalmente por Madrid durante sus pasos migratorios, como los preciosos papamoscas cerrojillos que podemos encontrar, ahora mismo, de forma muy abundante por toda la ciudad.
El ave que nos ocupa hoy, el autillo europeo, es una pequeña rapaz nocturna y migratoria, pertenece a la familia de las estrigiformes y podemos encontrarla en la Península durante la época estival, cuando se encuentra en su época de cría, mientras que, salvo excepciones, cuando empieza a entrar el otoño en la Península Ibérica realizan grandes migraciones transaharianas para buscar lugares más cálidos y con mayor disponibilidad de alimento. Este tipo de migraciones suponen un gran esfuerzo para ellos, ya que aunque por su forma de volar, atravesar el Estrecho no les supone un reto tan grande como a otras rapaces, como los milanos negros, tener que cruzar el desierto del Sáhara representa un gran desafío para cualquier ave que tenga que realizar este tipo de paso. Por eso, al igual que cualquier otra ave que se encuentre en plena migración o muy cerca de comenzarla, si tenemos la oportunidad de estudiar una desde cerca, observaremos que cuentan con grandes reservorios de grasa, que les sirven a modo de combustible para poder realizar tan largo y duro viaje. Cabe destacar, también, que se han encontrado poblaciones de autillos en el Sur de la Península Ibérica que, debido a las buenas condiciones climáticas y a la abundancia de alimento, han establecido poblaciones sedentarias, dejando de lado sus hábitos principalmente migratorios. Se ha sugerido que esta situación puede darse como consecuencia del cambio climático que provoca un aumento de la disponibilidad de sustento en las áreas más al Sur de la Península.
El autillo europeo, a diferencia de otras especies de rapaces nocturnas como el búho campestre o el mochuelo europeo, que también pueden observarse activos durante el día, es un ave de actividad principalmente nocturna. Se alimenta principalmente de insectos de tamaño considerable como saltamontes, polillas y cucarachas, las cuales les causan muchos problemas de salud, por lo que su presencia resulta muy útil para el control de especies de insectos; aunque también se incluyen dentro de su dieta mamíferos de pequeño tamaño, sobre todo roedores, además de pequeñas aves y reptiles.
La observación de esta ave resulta muy difícil debido a que durante el día permanece aletargada en los árboles y a que, al igual que el búho chico, tiende a adoptar una postura alargada para evitar ser detectado. Pese a esto es un ave cuya presencia podemos notar con facilidad debido a su característico chuiii-chuiii que nos acompaña en tantas noches de verano y a su amplia distribución, que hace que lo podamos encontrar en un gran número de parques y jardines de esta ciudad.
Como extra, añadiré que en centros especializados de recuperación de aves, como BRINZAL, realizan una fantástica labor en la rehabilitación de estas aves. A continuación, adjunto fotos de la última suelta de autillos que realizaron.
Escrito y redactado por: Pablo Gamarra Peñalver
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