Oro de Dragón
Cuentan algunas leyendas que hay cuevas donde duermen dragones rodeados de tesoros de oro y piedras preciosas. Sin embargo, la mayor parte de las veces no es oro todo lo que reluce, sino un musgo luminoso.
Concretamente, Schistostega pennata, cuyo nombre común es “Oro de dragón” u “Oro de duendes”.
Es una especie rara y poco frecuente, que habita ambientes húmedos y sombríos con sustratos ácidos. Suele encontrarse en cuevas y oquedades donde no llega la luz del sol, e incluso puede estar en raíces de árboles. Su rasgo más característico es, por supuesto, que produce luminiscencia.
En España solo se conocen 73 poblaciones en total, y está presente en el norte, en zonas con temperaturas suaves y abundante lluvia, aunque también está presente en otros países.
Es una especie amenazada. Según el Libro Rojo de Briófitos de España, está en la categoría de vulnerable. La principal amenaza es el daño producido por acciones humanas como construcciones de infraestructuras y vandalismo de las cuevas, pero también se ve afectado por el cambio climático, ya que se ve perjudicado por el aumento de la temperatura, la sequedad, y la falta de lluvia.
Pero la principal pregunta es ¿cómo produce luz? Pues, su protonema (conjunto de filamentos surgidos de la germinación de esporas que dan lugar al gametofito maduro) está formado por células esféricas con vacuolas que actúan como lentes y recogen la luz para llevarla a los cloroplastos, que reflejan una luz verde o amarillenta.
Así que ya sabéis, la próxima vez que veáis brillar algo en una cueva, puede que sea este fantástico musgo y no el tesoro de un dragón.
Escrito por: Claudia Bravo Pérez
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